jueves, 23 de julio de 2009

Marbella - Día 5

MER: Nuestra vida playera sigue igual. Entre las 11 o 12 de la mañana, mi madre, Carlos y yo bajamos a la playa. Nuestro amigo el de las hamacas, un tipo tan regordete como simpático con dos brillantes en las orejas y un tatuaje en el antebrazo a lo Beckham, ya nos tiene colocadas nuestras tumbonas bajo la sombrilla. Nos damos Hawaiian Tropic y tomamos el sol. Luego un baño, un poco más de crema... Entre tanto baja mi padre, se pone a la sombra y no se quita ni la camiseta. Se fuma unos cuantos pitis mientras se toma una Bud y luego se da un baño. Incluso juega con Carlos a la pelota.



Hoy papá ha visto un cangrejo pequeño y hemos estado observándolo un rato hasta que nos hemos aburrido. Luego, a regañadientes, le hemos echado un poco de Hawaiian Tropic porque está taaaaan blanco como el tío Luis. Después se ha dado un baño, se ha secado de pie -tumbarse en la hamaca es de maricones- y se ha ido.


Un poco más tarde nos hemos ido también nosotros tres. Hemos estado en el beach tomando unos boquerones fritos que estaban deluxe, hasta el pan estaba riquísimo. Luego me he echado unos pingpones con Carlos -me ha ganado 5-1 en el total-, después unos largos en la piscina de agua caliente (puag!) y ahora nos hemos subido a comer.

Ayer mamá y yo nos fuimos a la aventura por la tarde noche a San Pedro de Alcántara (pueblo) caminando por la playa. Pasamos unos cuantos chalets super bonitos, y una vez que abandonamos la zona pija empezamos a ver bastantes canis haciendo barbacoas en la playa. Paramos en 'El Ancla', un restaurante-piscina rollo chill-out donde mamá se tomó una caña. Después continuamos caminando y como nos desviamos un poco pasamos por un puti llamado Play Boy, con su puertecita de madera, alfombra roja y aparcacoches. Justo al lado había una pintada que ponía "Putas de mierda". Seguimos caminando y vimos una pintada del mismo 'artista' que ponía "Guiris de mierda", y dedujimos que serían obra de algún tipo bastante cabreado. Un poquito más adelante encontramos un chiringuito auténticamente playero llamado 'Guayaba' y decorado en plan hawaiano, y allí nos tomamos una cerveza y una margarita, respectivamente. Había un camarero bastante guapo pero creo que también le había picado un poco la cobra gay...


Después, para que no se nos hiciera de noche, nos fuimos de vuelta a casa también por la playa, y encontramos más gente haciendo barbacoas y una barca fascistoide en la que mamá se hizo unas fotos.



Ahora mamá está poniendo la mesa, Carlos leyendo 'El Resplandor' -el único libro que se ha leído en su vida además de los de Harry Potter y los que le mandaban en el instituto- y papá viendo 'Saber y Ganar', hablando con Jordi Hurtado y celebrando sus propios aciertos.

1 comentario: